Relación Precio - Diseño

Durante el tiempo que estuve sub-arrendando en un local de Providencia, pude comprobar con cierta tristeza que son pocas las personas que valoran el trabajo que se le dedica a un prenda. Ese desprecio que la gente muestra por tu trabajo lo viví diariamente al ver que sólo pagaban lo que ellos consideraban correcto, esto me hizo suponer que al final es la gente la que decide cuanto quiere pagar por tus diseños.

La mayoría de las personas prefiere comprar ropa desechable y a un precio ínfimo en Patronato, antes que gastar un poco más de dinero en prendas con diseño original, elaborado casi a mano y que además tienes la certeza de que NO encontrarás otro igual.

Creo que sólo en Chile no se valora lo propio, el esfuerzo que conlleva para un diseñador joven, realizar lo que tanto le apasiona y que además debe competir con las grandes multitiendas y su famoso eslogan "lleve ahora y pague cuando pueda". Esa disparidad hace que muchos diseñadores se desanimen con este sistema, opten por trabajar en otra cosa y no desarrollen un emprendimiento propio.

Lamentablemente en nuestro país existe una cultura por la multitienda, prácticamente se le adora, aunque vayas por la calle y te cruces con 20 personas que llevan tu misma polera que compraste por 2 pesos y que todavía no terminas de pagar.... Sin mencionar el comercio Chino que esa es materia de otro debate.

Lejos estamos de Argentina, sectores como Soho y Palermo Hollywood en Buenos Aires son un ejemplo de ello, donde manzanas repletas de tiendas de diseñadores se mezclan con restaurantes, sectores de esparcimiento y cafés. A nadie le duele gastar 300 pesos argentinos –unos 50 mil pesos Chilenos– por una blusa, una remera o una falda, porque lo que cuenta es el diseño no su valor comercial.

Espero que aunque sea sólo una pequeña parte de esa mentalidad se apodere de los Chilenos para que de una vez por todas dejemos de ser los ratones de siempre y logremos una identidad como país que tanto nos hace falta.

Como mariposas...

Las ideas son como mariposas contenidas en un gran recipiente universal, a veces descienden traviesas, donde las atrapamos y las hacemos propias...

Pero cuidado, son frágiles y delicadas, si se les aprieta demasiado, se lastiman. Si se les rascan sus alitas, pierden el brillo... y si se les esconde en un frasco para que otros no las vean, simplemente mueren...

Para ser fructíferas, las ideas necesitan volar, ser compartidas, eso les dará una oportunidad de crecer y la maravillosa capacidad de trascender...

Mis primeros pasos

Todo comenzó por una necesidad, la necesidad de encontrar un trabajo estable, decente, que valga la pena... según le dicen a uno!!!!

Eso me hacía levantar cada día lunes para hacer las ya famosas e interminables colas, esperando pacientemente poder dejar mi "no muy contundente" currículum... que a decir verdad, ya sabía que nadie pescaría.

Continué con esta rutina durante meses, no sé si por costumbre o por aburrimiento.....cada vez menos entusiasta y aún menos convencida del resultado. Hasta que por fin, me cayó la teja y decidí hacer algo al respecto, me puse a estudiar.... pero qué...???

De niña siempre me gustó el diseño de vestuario, pero durante años me olvidé del asunto prácticamente obligada por mi madre que no lo consideraba -como ella decía- una carrera "con futuro".

Cada vez que le mencionaba el tema, solía escucharla decir "es solo una moda, ya se le va a pasar". Creo que tenía una tranca con eso, a ella nunca le gusto coser y se vio en la obligación de estudiarlo en el colegio, pero nunca ejerció. Yo fui testigo de ello, era una lucha constante pedirle que me hiciera algo que había visto en alguna revista y después de unos cuantos tiras y aflojas por fin lograba algún resultado concreto... pero todos a regañadientes.

Una vez que decidí que era lo que quería estudiar busqué un lugar donde me enseñaran desde el principio los conocimientos técnicos y la metodología. Afortunadamente encontré un muy buen lugar donde aprendí mucho....