Quedé tan intrigada con el resultado de la crema cicatrizante con Centella Asiática, que me propuse buscar una alternativa que fuera más económica y por sobre todo, en un formato más grande... dado que la “pistucia” que me recetaron, por más que fuera apretada con el uso, hace rato que se terminó.
Mi investigación me llevó a Escar- T, una crema utilizada para el tratamiento de úlceras y heridas. Dentro de sus componentes contiene Extracto de Centella Asiática (Asiaticósidos y Geninas triterpénicas) y su valor, siendo busquilla $7200 pesos el tubo de 40 gr.
Al compararla con Madécassol, la gran gracia de Escar- T es que puedes echarte con ganas sin temor a que se acabe... aunque para mi gusto el resultado fue bastante MODERADO. Luego de un mes, la piel lucía algo más pareja pero se resecaba demasiado. Creo que en ese sentido Madécassol era mejor, me echaba menos y vi resultados más rápidos.
En cuanto a espinillas o granos no les hizo ni cosquillas, tampoco borró arrugas, poros dilatados o manchas.
Lo otro que podría decir es que Escar- T contiene más excipientes que la otra crema, como más alcoholes y parabénos (Metilparabeno, Propilparabeno) Ahí, también gana puntos Madécassol que no señala nada de eso... (solo aceites esenciales, Palmitoestearato de etilenglicol y propilenglicol, este último ayuda a retener humedad).
Al parecer, los parabénos son conservantes de bajo costo, muy utilizados en cosmética para que el “linimento” no se degrade o le entren bacterias... Es así, como tu crema favorita puede durar años en la repisa del baño, sin que le entre ni una mosca.
Muchos organismos lo tienen en la mira, porque dicen que su uso prolongado podría ser tóxico para el ser humano, provocando diversas enfermedades... desde hormonales hasta cáncer. Pero lo cierto, es que aún los expertos no se ponen de acuerdo si es dañino o no.
Algunos laboratorios han preferido eliminarlo de sus compuestos a modo de prevención, con la premisa de “si es potencialmente dañino es mejor no usar”. Por eso hoy en día, ciertas marcas cosméticas gritan a los cuatro vientos que sus productos son “libres de parabénos”, subrayándolo con letras rojas y luces de color... pero esta cualidad, también los hace más costosos.
Pagamos por una supuesta seguridad, siendo que llevamos AÑOS echándole TODO tipo de QUÍMICOS a nuestra humanidad... Da para pensar QUIEN se favorece con todo esto.
CONCLUSIÓN: Personalmente, NO usaría Escar- T para untarme la cara como una crema antiage PERMANENTE o para alisar imperfecciones. Contiene muchos excipientes, incluyendo parabénos que tienen mala reputación.
Si bien es cierto, cada producto que nos aplicamos a diario, como acondicionadores, pasta de dientes o jabones, contienen un bloque indescifrable de nombres complicados y letra ínfima que nadie se detiene a leer. Agregar tanto químico a nuestro rostro, SOLO con el afán de PREVENIR algo inexistente, tarde o temprano podría pasarnos la cuenta.
Mi investigación me llevó a Escar- T, una crema utilizada para el tratamiento de úlceras y heridas. Dentro de sus componentes contiene Extracto de Centella Asiática (Asiaticósidos y Geninas triterpénicas) y su valor, siendo busquilla $7200 pesos el tubo de 40 gr.
Al compararla con Madécassol, la gran gracia de Escar- T es que puedes echarte con ganas sin temor a que se acabe... aunque para mi gusto el resultado fue bastante MODERADO. Luego de un mes, la piel lucía algo más pareja pero se resecaba demasiado. Creo que en ese sentido Madécassol era mejor, me echaba menos y vi resultados más rápidos.
En cuanto a espinillas o granos no les hizo ni cosquillas, tampoco borró arrugas, poros dilatados o manchas.
Lo otro que podría decir es que Escar- T contiene más excipientes que la otra crema, como más alcoholes y parabénos (Metilparabeno, Propilparabeno) Ahí, también gana puntos Madécassol que no señala nada de eso... (solo aceites esenciales, Palmitoestearato de etilenglicol y propilenglicol, este último ayuda a retener humedad).
Al parecer, los parabénos son conservantes de bajo costo, muy utilizados en cosmética para que el “linimento” no se degrade o le entren bacterias... Es así, como tu crema favorita puede durar años en la repisa del baño, sin que le entre ni una mosca.
Muchos organismos lo tienen en la mira, porque dicen que su uso prolongado podría ser tóxico para el ser humano, provocando diversas enfermedades... desde hormonales hasta cáncer. Pero lo cierto, es que aún los expertos no se ponen de acuerdo si es dañino o no.
Algunos laboratorios han preferido eliminarlo de sus compuestos a modo de prevención, con la premisa de “si es potencialmente dañino es mejor no usar”. Por eso hoy en día, ciertas marcas cosméticas gritan a los cuatro vientos que sus productos son “libres de parabénos”, subrayándolo con letras rojas y luces de color... pero esta cualidad, también los hace más costosos.
CONCLUSIÓN: Personalmente, NO usaría Escar- T para untarme la cara como una crema antiage PERMANENTE o para alisar imperfecciones. Contiene muchos excipientes, incluyendo parabénos que tienen mala reputación.
Si bien es cierto, cada producto que nos aplicamos a diario, como acondicionadores, pasta de dientes o jabones, contienen un bloque indescifrable de nombres complicados y letra ínfima que nadie se detiene a leer. Agregar tanto químico a nuestro rostro, SOLO con el afán de PREVENIR algo inexistente, tarde o temprano podría pasarnos la cuenta.
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