martes, 27 de mayo de 2025

LA VIDA ES UN CÍRCULO

Este fin de semana se desarrolló el "Día del Patrimonio". Un evento donde edificios públicos y privados abren sus puertas para dar a conocer su historia y tradiciones.

Si bien es un panorama entretenido y hasta hace poco era una participante activa. A decir verdad, me cansé de hacer filas que en algunos edificios pueden dar hasta dos vueltas a la manzana.

Así fue como este año, sin grandes expectativas ni planificación, me dispuse a ir en busca de provisiones, aprovechar de estirar las piernas y despejar mi mente.

Los pasos me llevaron hasta la entrada del cerro San Cristóbal y a la calle Constitución, donde hay una plaza muy bonita con escaños y vegetación bien cuidada. Una casona roja, vestigios de otros tiempos, que hoy alberga un hotel y a tres pasos, en Chucre Manzur, el galpón donde se realizaba la Feria de Nuevas Tendencias.

La Vida es Circular
Hotel Castillo Rojo. Foto de Roberto Wallace

Siempre que paso por ahí me siento un rato a descansar. Me trae recuerdos de mis inicios como emprendedora. Las aventuras que corríamos para llegar bien temprano y escoger, entre las dos plantas del edificio, el mejor puesto que curiosamente no era el más cercano a la puerta. Conseguir un alma caritativa con vehículo que nos acarreara con mesas, percheros, maniquí, biombo, mantel, bolsos, maletas...

El espacio se decoraba especialmente para recibir al público que llegaba en masa. Venían rostros de la televisión a mirar, vitrinear o simplemente a “mostrarse” con sus mejores pilchas. Era un evento de moda y había que estar allí.

Por nuestra parte, éramos un grupo de jovenes provenientes de distintas partes del país, que teníamos la maravillosa oportunidad de promocionar y vender nuestras creaciones en un espacio pensado para ello. Nos íbamos exhaustos, pero felices de vuelta a la realidad.

FNT


Mientras divagaba en mis pensamientos, de pronto surgieron hombres y mujeres vestidos con trajes de época. Como buena diseñadora de modas no les quité el ojo de encima y analicé cada detalle de sus atuendos de principios del siglo XX.

Pronto comprendí que este grupo tan peculiar, formaba parte de un tour por el barrio Bellavista y la plaza Camilo Mori. Era curioso verlos parados con sus sombreros, trajes y boquillas en una mano, mientras que con la otra hurgueteaban el celular.

Al rato, llegó una señora ataviada con un abrigo peludo, una copa de vino rosé y un micrófono pegado a la cara, hablando en francés y contándole historias al viento, a los árboles y a quien quisiera escuchar. No pasó mucho rato hasta que una audiencia se paró frente a ella y su grupo de maniquís disfrazados.

Me quedé a un costado con mi carro de compras. No son cosas que se vean a menudo. Luego del monólogo, apareció otra señora vestida con pantalón a rayas, pañuelo al cuello y sombrero de copas. Era el “Señor Corales” de toda esta historia. Nos contó pormenores del barrio, de la casona roja y de las tertulias realizadas por literatos y personalidades del sector.

Como no había tiempo para disertaciones largas, el tour continuó en “La Chascona”. La casa donde vivió Pablo Neruda, hoy convertida en museo. Como mi curiosidad ya estaba instalada, seguí al grupo variopinto y subimos por Chucre Manzur donde mi mente se llenó de recuerdos. El enrejado con flores de la primera casa, las fachadas de colores, la curva de la subida...

La Vida es Circular
Casa mueso La Chascona

Nos quedamos afuera, en unas escalinatas a modo de anfiteatro, escuchando lo que tendrían que decir los amigos del tour. Los maniquís se dedicaron a hablar sobre el valor de la ropa de antaño, de los materiales y confecciones que pasaban de generación y de la elegancia en el vestir de aquella época.

Como había que pagar para entrar a la casa museo, punto negativo para el día del patrimonio, y como estaba tan asombrada de volver a esa calle después de tantos años, quise saber en qué estaría aquel viejo galpón de mis años de diseñadora emergente.

Con lo primero que me topé, fue con una reja y una caseta de seguridad. Le hice un gesto al guardia que no hizo ni caso. Supongo, por ser el día del patrimonio o porque aún paso por estudiante, jeje!

A un costado de lo que antes eran los estacionamientos, me encontré un edificio nuevo, de esos que se sostienen con tres fierros y lo demás es todo vidrio.

El galpón, aún existía y por fuera no había cambiado mucho, pero se había convertido en un centro de estudios y teatro. ¡PLOP!

Ya que estaba allí, no me aguanté y traspasé la mampara de vidrio donde decía boletería. Fue curioso, pero sentí la misma sensación de aquella época cuando llegábamos con nuestras ilusiones y ganas de aventura.

Un gordo de chaleco rojo me recibe con cara de interrogación. Yo estaba además de asombrada en éxtasis. No podía creer que todo hubiera cambiado tanto. Ya no había el espacio abierto de aquel entonces sino que mesones, lockers y tabiques.

Como el guardia no me dejó hacer mucho y la emoción tampoco, terminé contándole mis aventuras al pobre que de seguro tenía ganas de estar en otro lado. No me dio tiempo para preguntar nada. El hombre era un frontón.

Finalmente, anhelando más, me alejé de aquel lugar con una extraña sensación entre asombro, nostalgia y recuerdos de un pasado mejor, mezclados con el apuro y la cara del hombre que sentenciaba: “¡Todo cambia!” Pues, si.


sábado, 17 de mayo de 2025

Experimento Rezagado

Cada vez que veía este trabajo pensaba que podía convertirse en una bonita tarjeta. Es un cuadro que lleva bastante tiempo guardado, de la época que experimentaba con texturas y relieves. Nunca lo publiqué porque pensaba hacer más, pero el tiempo pasó y la idea se disolvió.

Experimento Rezagado


Hace unos días, recordé que tenía esta idea pendiente y que quizás sería bueno hacerla realidad. Mi primer impulso fue replicar la técnica original, tomando como referencia la plantilla con figuras abstractas de aquella composición y adaptándola a formato tarjeta.

Experimento Rezagado


La idea parecía simple. Pintar el fondo con acrílicos, usar la nueva plantilla para las formas y finalmente, llenar de puntos toda la composición, pero ahí comenzaron los problemas. El papel no reaccionó como esperaba, no me gustó la combinación de colores, no tenía fucsia, ni morado... Total, un completo desastre! XD

Como soy bien testaruda, seguí con mis experimentos. Probé dibujar y rellenar las figuras con marcadores Sharpie, delineando después los círculos y curvas con portaminas. Aunque me gustó el resultado y mantenía la idea original, lucía deslavado en comparación con el diseño del cuadro. ¡Era una tarjeta, meh!

Experimento Rezagado


Así fue, como volví a los acrílicos y a la primera muestra. Apliqué barniz al papel para plastificar y pinté muchos círculos, intentando que quedara prolijo. Luego, dejé caer una gota de pintura dentro de cada círculo para producir un efecto abultado. ¡Resultó ser todo un hallazgo! ✨️💫

Experimento Rezagado


Es interesante ver cómo trabajos hechos con la misma plantilla pueden lucir tan distintos con sólo cambiar los materiales y técnicas. Definitivamente valió la pena el esfuerzo. Espero seguir explorando esta idea de mezclar pintura con proyectos en papel, a ver qué más descubro de todo esto. 🙂


miércoles, 30 de abril de 2025

MARCADORES CON TROCITOS

Día del Libro

Me encanta leer. Si pudiera, dejaría un clon leyendo en casa mientras sigo con mis rutinas. Y aunque hoy en día la tecnología nos ofrece la comodidad del formato digital, confieso que nada se compara con la sensación de tener un libro entre las manos.

El placer de sentarse, abrir un libro, oler sus hojas y saborear cada palabra no tiene comparación. Son las lecturas que más huella han dejado y los personajes han quedado en mi memoria.

El libro digital no sé por qué no lo retengo bien. Es como si leyera bajo el agua. La pantalla le agrega capas de espesor y la historia se siente borrosa y sin sentido para mí.

Es algo que también me sucede con los audiolibros. Pasa un rato y de pronto tomo conciencia que alguien me está recitando al oído y yo ni me he enterado... Pienso que el audiolibro es una especie de “gusto adquirido” y se necesita entrenar al cerebro para mantener la atención sin distracciones, jaja!

Día del Libro

Entiendo que hoy en día, la mayoría lee ebooks o escucha audiolibros, y es verdad que tiene múltiples ventajas. Más barato, mayor flexibilidad y a tan sólo un clic, se pueden leer todo tipo de obras. Populares, nuevas, extravagantes... o lo que se nos ocurra.

Para mí, el libro es mágico. Transporta a los lugares más asombrosos que se puedan imaginar. Trae incorporado un “sintonizador” propio que nos enseña personajes, tramas, escenas, desenlaces. Todo hecho a medida, con nuestras formas y colores favoritos. Esa televisión en nuestra cabeza, no tiene precio.


Día del Libro


Para acompañar a Betto en el reto amistoso de este mes, hice unos marcadores de libros con el mismo método de costura que he estado utilizando en este último tiempo.


Día del Libro


En esta ocasión, ocupé fusionado grueso de papel para dar una estructura más rígida a la tela base y luego, igual que con los estuches con trocitos, eché a volar la imaginación cosiendo todo tipo de telas, haciendo pespuntes en diferentes direcciones. Todo muy libre y desestructurado.

Día del Libro


Luego, vino la parte más complicada. Descubrir cómo diantres transformar en marcapáginas... Ahí, recordé que para hacer el proyecto de los cuencos con hilos había utilizado una mezcla de cola, médium y barniz acrílico, que funcionó muy bien.

Agregué primero una capa al rectángulo estirado. Y una vez seco, otra capa por el lado del fusionado para doblar.

Día del Libro


Finalmente, fue cosa de esperar a que endureciera la tela, pasar un pespunte a máquina por todo el contorno y listo. ¡Ya tenemos unos marcapáginas completamente personalizados! 🙂

Día del Libro


Espero que les guste mi propuesta. Mis agradecimientos a la organizadora por animarnos a crear con este tema tan genial y pinchando AQUÍ el listado con todas las participantes.

Día del Libro
¡Gracias por leer y hasta la próxima!


sábado, 12 de abril de 2025

ESTUCHES CON TROCITOS

Estuches con Trocitos

Podría apostar que cada una de nosotros posee por lo menos una bolsa llena de restos de telas, que son demasiado pequeños para un proyecto de costura, pero suficientemente grandes y valiosos como para tirar. Antes, los utilizaba para confeccionar artesanía textil. Un taller de costura me regalaba todos sus recortes que yo seleccionaba y trataba de aprovechar al máximo.

Era un trabajo minucioso y con el tiempo, terminé por aburrirme. El público no valora el esfuerzo, las horas y dedicación que implica el trabajo hecho a mano... Y pues, ahí quedaron los retazos, en una caja enorme, esperando una nueva oportunidad.

No fue hasta hace poco, buscando inspiración para el desafío vintage, que di con esta forma de aprovechar todos esos trocitos diminutos y no he parado desde entonces, jeje!

Se trata de echar a volar la imaginación cosiendo sobre una tela base, todo tipo de telas y adornos, en forma libre como si se tratara de un rompecabezas.

Estuches con Trocitos

Debo reconocer que aunque no soy fanática de las cosas hechas de este modo, en esta ocasión me sorprendió el resultado. Además, es entretenido hacer coincidir cada pieza. Combinar colores, texturas. Hacer pespuntes... y en definitiva, ver cómo poco a poco la tela base, se transforma en un diseño original e irrepetible.


MATERIALES:
– Retazos de tela distintos colores.
– Fusionado para dar estructura a la tela base.
– Tela para forro. (Algodón, percal, trevira, sarga, tela de sábana, etc.)
– 1 cierre.
– Cinta, hilo, agujas, tijeras, alfileres, etc..


En cuanto a las medidas, después de varios ensayos, me pareció que 12 x 18 cm era el tamaño adecuado... pero eso queda a gusto de cada uno, y de las ganas que se tenga de coser trocitos... 🤭

Estuches con Trocitos


El armado de este tipo de estuches con forro y cierre es bastante simple y de seguro ya conocen su metodología. De todas formas, dejo el enlace a este tutorial y a esta idea, que les pueden servir como referencia.

Estuches con Trocitos

Definitivamente, valió la pena el esfuerzo de rescatar todos estos trocitos olvidados. Fue muy divertido descubrir cómo combinaciones inesperadas pueden dar como resultado piezas únicas, llenas de personalidad.


jueves, 13 de febrero de 2025

EXPERIENCIA BLOW UP

Un panorama imperdible este verano es Blow Up Experience. Un recorrido inmersivo y mulisensorial que fusiona arte y tecnología de forma divertida.

Cada experiencia es única y está pensada para ser vista a través del celular... o por lo menos esa es la impresión que me dio a mí.

Si apreciamos sólo con nuestros ojitos, son habitaciones con espejos y pelotas, bien fome a decir verdad. Mientras que si miramos desde la pantalla del móvil, todo cobra vida y se llena de figuras y colores.

Un nuevo formato que me pareció bien interesante. Hecho a la medida para quienes gustan de la “selfie” y de subir contenido a redes sociales.

Creo que esa es la gracia de esta muestra y lo que hizo que mi recorrido fuera tan especial.

Experiencia Blow Up


Son alrededor de tres mil metros cuadrados que invitan a grandes y a chicos a entregarse a la aventura de jugar y divertirse como cabros chicos, jeje!

Experiencia Blow Up


Todo comienza con una habitación llena de luces LED que caen desde el cielo, que me hizo recordar la “Sala de espejos del infinito" de Yayoi y de inmediato se transformó en una de mis favoritas. Con la diferencia, que acá todo era plateado, brillante y las esferas de luz, en lugar de parecer suspendidas en el espacio, podías seguir su recorrido.

Experiencia Blow Up


Si te sentabas en el piso rodeada de esas cascadas multicolores y espejos que deforman siluetas, podías apreciar como la habitación iba cambiando y el juego de colores era una hermosa sensación.

Experiencia Blow Up


Creo, este espacio es el único que asombra a simple vista por la enorme cantidad de luces que se multiplican en los espejos. Si deseaban impactar desde el inicio. Pues, lo consiguieron.

Experiencia Blow Up


Era bonito sacar fotos directo a las luces o muchas selfies, mientras tu rostro y ropa se coloreaban y los espejos multiplicaban la sensación de expansión.

Por supuesto, además del celular, llevé mi Nikon. No siempre aterrizan exposiciones que inspiran y llaman tanto mi atención.

Experiencia Blow Up
¡¡HOLA!!

La siguiente sala fue otra de mis favoritas por los diseños y figuras que se formaban y dibujaban en las fotos al moverse alrededor.

Experiencia Blow Up


El techo estaba lleno de balones inflados de color blanco, pero al jugar con la cámara y los reflejos, la habitación literalmente se derretía... XD

Experiencia Blow Up


Otro espacio que me pareció curioso, fueron estos inflables puntiagudos que cambiaban de color. Fue difícil tomar una foto que mostrara realmente cómo eran sin distorsión.

Experiencia Blow Up


El recorrido finaliza con una enorme piscina de pelotas donde durante 15 minutos puedes sumergirte y bucear en un mar de esferas diminutas. Requiere de un gran esfuerzo físico salir después. No sólo por lo divertido que es, sino porque una vez dentro, las pelotas te succionan y cuesta incorporarse. Creo que es el único momento donde uno se acuerda que ya no es una niña, jeje!


LO BUENO: La flexibilidad para que cada asistente vaya a su ritmo y saque todas las fotos que quiera.

LO MALO: Si llegas sin entrada deberás devolverte un buen tramo para encontrar la boletería. No está al lado de la puerta.

LO MEJOR: Disfrutar de un momento de diversión en completa libertad.

MIS CONSEJOS: No lleves mochila o bolsos grandes. No hay guardarropía y será una molestia andar acarreando peso. Limita los objetos de valor. En la piscina de pelotas se ha perdido de todo, incluso llaves de auto. Es mejor visitar la muestra en día de semana y en turnos de mañana. Aunque ya lleva más de un mes y la afluencia de público ha disminuido, ese horario te permitirá tomar fotos con holgura y jugar con los ángulos sin tanta gente alrededor.

La exposición se extendió hasta el 28 de febrero. Si tienes la oportunidad, no te la pierdas!


jueves, 30 de enero de 2025

MONEDERO VINTAGE

Hoy es la presentación del primer "Reto Amistoso" del año, organizado por Eli del blog "Ovillo de Eli", y viene con una celebración muy especial. 15 años compartiendo manualidades, inspiración y creatividad.

Fiesta de Quince

Yo comencé a participar hace poco y he disfrutado mucho de la experiencia de conectar con talentosas artesanas de todas partes del mundo. Conocer sus procesos creativos y aprender de sus técnicas.

La temática que hoy nos une, es el "ESTILO VINTAGE". Un tema que desconocía por completo y que de inmediato me puse a investigar para unirme a la celebración.

Confieso que siempre asocié lo “vintage” con el “rococó”. Mucha blonda, vuelo, encaje, tul, broderie, flores... pero resulta que este estilo va mucho más allá.

“Es todo aquello con al menos 20 años de antigüedad”. Un “Atari”, por ejemplo es vintage... pero no se trata sólo de cosas viejas. Sino de objetos o prendas que representan una época, un estilo o un diseño en particular.

El término, se suele confundir con "antiguo" (más de 100 años) o "retro" (imitaciones nuevas de estilos pasados) y está más asociado con las décadas del 20 al 70.


Para acompañar a Eli en esta oportunidad, les traigo un trabajo que tiene un significado especial para mí y creo que resulta perfecto para conmemorar estos 15 años, porque era un proyecto que comencé para un reto amistoso al que nunca llegué, jeje! 😁

La idea la tomé prestada de este sitio y mi intención era adaptarlo a tela, agregando forro y un broche a presión o snap, tomando como referencia esta imagen:

Fiesta de Quince
Foto de Georgie Cummings

Debo reconocer, que en ese tiempo, estuve varios días cabeceándome con moldes, tamaños... y buscando cómo diantres transformar un monedero de cuero en tela y que además, no tuviera costuras a la vista.

Fiesta de Quince

Agradezco a mi yo del pasado por haber anotado todo. (Medidas, materiales, aventuras, desventuras...) porque ahora les puedo contar mis experiencias y las conclusiones a las que llegue. 🙂


MATERIALES:
– Retazos de tela distintos colores.
– Tela para forro. (Algodón, percal, trevira, sarga, tela de sábana, etc.)
– Fusionado o entretela.
– Broches a presión.
– Blondas, cintas, encaje, entredos, botones.
– Hilo al tono, agujas, alfileres, tijeras...


Fiesta de Quince



PROCEDIMIENTO:
1. Coser curvas, en tela y forro, de ambas piezas frontales a 0,5 cm. Dar vuelta y asentar con la plancha. Luego, pasar 1 o 2 pespuntes para fijar.

2. Colocar ambas piezas frontales juntas, (la tapa debe quedar ligeramente superpuesta) formando un círculo con la ayuda del molde. Rectificar si es necesario.


En esta parte, se presentan dos formas de confeccionar este monedero, y eso queda a gusto de cada uno. La cantidad de costuras es la misma, pero la terminación es distinta.


A. Coser todo junto, frente y trasero con forros. Luego, dar vuelta y por el derecho pasar un pespunte para esconder esa costura. (Este método es más fácil).


B. Para evitar el pespunte encima, que para mi gusto lo afea y además, quede sin costuras a la vista, tanto por el derecho como por el revés, es necesario coser 2 veces el contorno de la circunferencia.

Fiesta de Quince


– El primer pespunte, es para cerrar el monedero. Enfrentar las dos caras del círculo, pero sin el forro trasero, sólo el delantero lleva forro. Colocar una pequeña cinta en un costado. También podría ser una tira de la misma tela.

Fiesta de Quince


– El segundo pespunte, es para colocar el forro trasero. Enfrentar derecho del forro con revés del monedero y coser por donde mismo se hizo antes. Dejar una pequeña abertura.

Fiesta de Quince


3. Dar vuelta todo por la abertura chiquita y planchar. Cerrar abertura con puntada escondida.

Fiesta de Quince


4. colocar broches a presión para cerrar el monedero.

Fiesta de Quince


Para dar un toque vintage, agregué cintas, blondas y encajes que cosí sobre una tela base en diferentes direcciones, antes de comenzar a armar.

Fiesta de Quince


Cosas que aprendí haciendo estos monederos circulares.

– Para que el borde de la tapa quede firme, es recomendable colocar una cinta de refuerzo cubriendo el margen de costura. Quedará como un vivo en el interior, que le dará fuerza a la tapa para que no se doble o se vea "flopy". (Dependerá de la tela)

– Apoyarse en el molde para que quede redondo.

– La cinta a un costado es de 8 cms de largo.

– Es mejor coser el contorno del círculo siempre por el lado del trasero.

– Agregar un fusionado finito a todas las piezas para dar estructura al monedero. Especialmente, si se decora con cintas, blondas y demases.


Espero les guste y se animen a crear sus propias versiones de este monedero circular. Mis agradecimientos a la organizadora de esta maravillosa "fiesta de quince" y las invito a visitar el siguiente enlace.


Fiesta de Quince
¡¡Gracias por la visita y hasta pronto!!


Gatito