Podría apostar que cada una de nosotros posee por lo menos una bolsa llena de restos de telas, que son demasiado pequeños para un proyecto de costura, pero suficientemente grandes y valiosos como para tirar. Antes, los utilizaba para confeccionar artesanía textil. Un taller de costura me regalaba todos sus recortes que yo seleccionaba y trataba de aprovechar al máximo.
Era un trabajo minucioso y con el tiempo, terminé por aburrirme. El público no valora el esfuerzo, las horas y dedicación que implica el trabajo hecho a mano... Y pues, ahí quedaron los retazos, en una caja enorme, esperando una nueva oportunidad.
No fue hasta hace poco, buscando inspiración para el desafío vintage, que di con esta forma de aprovechar todos esos trocitos diminutos y no he parado desde entonces, jeje!
Se trata de echar a volar la imaginación cosiendo sobre una tela base, todo tipo de telas y adornos, en forma libre como si se tratara de un rompecabezas.
Debo reconocer que aunque no soy fanática de las cosas hechas de este modo, en esta ocasión me sorprendió el resultado. Además, es entretenido hacer coincidir cada pieza. Combinar colores, texturas. Hacer pespuntes... y en definitiva, ver cómo poco a poco la tela base, se transforma en un diseño original e irrepetible.
MATERIALES:
– Retazos de tela distintos colores.
– Fusionado para dar estructura a la tela base.
– Tela para forro. (Algodón, percal, trevira, sarga, tela de sábana, etc.)
– 1 cierre.
– Cinta, hilo, agujas, tijeras, alfileres, etc..
En cuanto a las medidas, después de varios ensayos, me pareció que 12 x 18 cm era el tamaño adecuado... pero eso queda a gusto de cada uno, y de las ganas que se tenga de coser trocitos... 🤭
El armado de este tipo de estuches con forro y cierre, es bastante simple y de seguro ya conocen su metodología. De todas formas, para quienes deseen refrescar su memoria o se aventuren por primera vez, dejo el enlace a este tutorial que puede servir de referencia.
Definitivamente, valió la pena el esfuerzo de rescatar todos estos retazos olvidados. Fue muy divertido descubrir cómo combinaciones inesperadas pueden dar como resultado piezas únicas, llenas de personalidad.
Era un trabajo minucioso y con el tiempo, terminé por aburrirme. El público no valora el esfuerzo, las horas y dedicación que implica el trabajo hecho a mano... Y pues, ahí quedaron los retazos, en una caja enorme, esperando una nueva oportunidad.
No fue hasta hace poco, buscando inspiración para el desafío vintage, que di con esta forma de aprovechar todos esos trocitos diminutos y no he parado desde entonces, jeje!
Se trata de echar a volar la imaginación cosiendo sobre una tela base, todo tipo de telas y adornos, en forma libre como si se tratara de un rompecabezas.
Debo reconocer que aunque no soy fanática de las cosas hechas de este modo, en esta ocasión me sorprendió el resultado. Además, es entretenido hacer coincidir cada pieza. Combinar colores, texturas. Hacer pespuntes... y en definitiva, ver cómo poco a poco la tela base, se transforma en un diseño original e irrepetible.
MATERIALES:
– Retazos de tela distintos colores.
– Fusionado para dar estructura a la tela base.
– Tela para forro. (Algodón, percal, trevira, sarga, tela de sábana, etc.)
– 1 cierre.
– Cinta, hilo, agujas, tijeras, alfileres, etc..
En cuanto a las medidas, después de varios ensayos, me pareció que 12 x 18 cm era el tamaño adecuado... pero eso queda a gusto de cada uno, y de las ganas que se tenga de coser trocitos... 🤭
El armado de este tipo de estuches con forro y cierre, es bastante simple y de seguro ya conocen su metodología. De todas formas, para quienes deseen refrescar su memoria o se aventuren por primera vez, dejo el enlace a este tutorial que puede servir de referencia.
Definitivamente, valió la pena el esfuerzo de rescatar todos estos retazos olvidados. Fue muy divertido descubrir cómo combinaciones inesperadas pueden dar como resultado piezas únicas, llenas de personalidad.