Esto creo es algo con lo que todo creativo tiene que lidiar, el sentimentalismo detrás de las ideas.
Suele suceder que anotas varios proyectos y terminas haciendo sólo 1 o 2, y los demás quedan a la espera... y como la creatividad se manda sola, surgen más ideas que OTRA VEZ quedan tiradas como un camino de migas que cuesta dejar ir.
Sobre todo, si se invirtió tiempo y durante el proceso, no es lo que esperamos. Ahí, lo mejor es no empecinarse con la idea original y buscar una nueva visión porque ese cambio puede llevarnos a mejorar considerablemente el resultado.
Otra cosa que puede ocurrir es que con el tiempo la idea aparezca... y si vuelve a entusiasmar, lo más probable es que antes no era su momento y ahora mucho más madura, ha evolucionado y el resultado puede llegar a ser muy bonito y satisfactorio.
Sin embargo, hay otras que simplemente no tienen vuelta y es mejor pasar a la siguiente.
El problema con esas ideas antiguas, es que terminan siendo arrastradas como quien lleva un saco de papas porque siempre está la esperanza que ALGÚN DÍA saldrán a la luz.
Las razones pueden ser infinitas... pereza, un filtro implacable y exigente, falta de conocimiento, diferencias en el punto de vista o porque se enfrió y dejó de motivar.
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