viernes, 28 de diciembre de 2007

Bellavista Oveja Tome

Mi experiencia con la oveja

Recuerdo que la primera vez que escuche de ella, fue en mi época de estudio, durante una clase sobre tecnología de los materiales, dado mi escaso conocimiento de ese entonces, confieso que mientras oía hablar a la profesora, comencé a imaginar el sur de Chile, Tierra del Fuego, yo recorriendo los campos de la Patagonia detrás de una oveja, cual Perico trepa por Chile... una vez de vuelta a la realidad y a la sala de clases, la profesora, una señora bajita de cara amable y con una paciencia infinita... por fortuna muy didáctica ella, luego de su disertación sobre el material, nos dio una muestra a cada una y ahí se me aclaro todo.

Prácticamente todos mis trabajos de estudio fueron realizados en ese noble material, poco complicado para manos principiantes, y al que llegue a querer por los óptimos resultados que obtenía. Durante las clases la profesora, no dejaba de adjudicarles beneficios y cualidades, consideraba invaluable un traje confeccionado con esa lana de tan buena calidad, y a decir verdad esta era la opinión de la mayoría de los sastres y modistas de la época, ya que además de la confianza que generaba su calidad, un traje hecho con lana Bellavista Oveja Tome era elegante y le daba cierto prestigio al que lo usara, no por nada sus 140 años de trayectoria lo dejan entrever.

A través de los años, "Textil Bellavista Oveja Tome" logró ser una empresa reconocida prácticamente en toda Latinoamérica, llegando en la actualidad a exportar casi toda su producción a reconocidas marcas extranjeras... lo que demuestra lo poco que valoramos lo nuestro.

El anuncio realizado estas últimas semanas sobre la inminente quiebra de esta empresa y su cierre definitivo no solo me parece lamentable, sino que desastroso. Como pueden tirarse al tacho de la basura tantos años de esfuerzo, dedicación y trabajo de familias enteras que durante generaciones vivieron gracias a los beneficios entregados por la textil. Era de suponer que finalmente los tratados de libre comercio con oriente iban a pasar la cuenta, y este es un claro ejemplo de lo qué sucederá con nuestras empresas chilenas a medida que transcurra el tiempo.

Creo que en el futuro iremos perdiendo nuestra identidad como país con la llegada de más empresas extranjeras. Es increíble como la pequeña y mediana empresa tanto del rubro textil como de la confección se han visto resentidas con esto, y muchas han debido cambiar de rubro o simplemente cerrar. Solo basta con hacer un recorrido a calles emblemáticas como Av. México en Recoleta y podremos darnos cuenta de ello, da pena ver que antiguas casas adaptadas como pequeñas fabricas de confección hoy en día se encuentran abandonadas debido a que no pudieron sustentarse.

En otros países se protege la manufactura nacional cobrando impuestos importantes a las empresas extranjeras que compiten con los productos nacionales, lamentablemente acá en Chile por el afán de figurar, de ser como dicen… “los Jaguares de Latinoamérica”, se ha privilegiado tener la mayor cantidad de TLC posible, lo que va en claro desmedro de nuestros productos ...Señores políticos, más NO siempre significa MEJOR!!!!

Es de esperar que en el futuro se tomen las medidas necesarias para remediar o por lo menos mitigar este grave problema que afecta además del rubro textil, a la industria del cuero, calzado, vestuario, etc., y la solución debe llegar pronto, no vaya a ser cosa que por querer ser jaguares, a la larga terminemos dándonos cuenta que solo somos unos pequeños mininos sin cola.

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Gatito