Mostrando las entradas con la etiqueta relatos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta relatos. Mostrar todas las entradas

lunes, 24 de diciembre de 2018

COSAS QUE INSPIRAN… Sumi-e

Cosas que Inspiran

Como cada mañana buscaba inspiración en todo aquello que le rodeaba, una pequeña flor en el camino, la luz pasando por la rendija de una puerta, el olor a tierra luego de un día de lluvia...

Había dedicado toda su vida al antiguo arte del Sumi-e, una tradición familiar que había heredado de su padre y este a su vez, aprendido de su abuelo. Era un trabajo poco convencional pero le permitía sostenerse de manera modesta en un país que no era el suyo.

Fue a un pequeño puesto que conseguía de manera temporal cada fin de año en un mall de la capital. Ahí, junto a otros artesanos tenía la oportunidad de mostrar parte de su trabajo y vender algunas de sus obras.

Sumergió el pincel en la tinta recién preparada y se dispuso a trazar sus primeros dibujos, sin apuro. Necesitaba abstraerse de aquel lugar, del ajetreo diario que aumentaba en esas fechas. Imaginó un sitio muy lejano, su antiguo pueblo natal, se vio sentado bajo un árbol dibujando una y otra vez con disciplina infinita la misma flor hasta conseguir el equilibrio perfecto entre respiración y armonía.

De vuelta a la realidad, el bullicio se hace aún más fuerte. Esperaba terminar aquel dibujo antes de ir a comer pero su estómago dice otra cosa, por lo que decide guardar todo y salir de allí. En el trayecto, ve algo de color brillante tirado en el piso. Mira para ambos lados pero nadie presta atención, todos se encuentran zambullidos en la búsqueda del regalo perfecto para Navidad.

Luego de un momento de duda lo recoge, no era nada especial, sólo una libreta con un nombre y el logo de una Universidad. Su interior estaba lleno de garabatos numéricos que hacían pensar que su dueño era una persona dedicada a la docencia.

El joven pintor mira aquel objeto que tiene entre sus manos, podía tirar eso que no era suyo pero siente el deber de entregarlo. Todos esos cálculos, quizás sean alguna clase de estudio importante para aquel profesor y perder el trabajo de años significaría comenzar todo desde cero.

Se sienta en una banca y ojea la libreta con la esperanza de encontrar alguna pista, algún detalle que le indique su procedencia. De pronto entremedio de sus hojas, asoma un papel con una dirección, ahora más animado decide ponerse en marcha y terminar lo que comenzó.

La casa era pareada, de adobe con una mampara y puerta de madera, golpea tímidamente. Sale una chiquilla alta de pelo corto. En pocas palabras le explica que es pintor, que tiene un puesto en el mall, que esa libreta se la encontró en el suelo y que buscando remitente terminó en ese lugar.

Ella apenas lo escucha, parece que algo le molesta, esta impaciente y furiosa a la vez. Finalmente, con un gesto brusco toma la libreta, asiente con la cabeza, dice algo a la pasada y con aire indiferente, cierra de un portazo en la nariz. El joven se queda inmóvil por un momento, no pensó que todo terminaría así. Esperaba conocer al profesor o por lo menos asegurarse que recibiera sus estudios en persona.

Un buen día y ya olvidado del tema, aparece frente a él un hombre alto de lentes que lo queda mirando fijo. Era el dueño de la libreta que agradecido, le ofrece dinero por su acción pero él no acepta, nunca fue esa su intención. El profesor insiste, se siente en deuda con ese chico. Mira a su alrededor y después de algunas preguntas decide comprar uno de los cuadros que hay en exhibición.

El joven pintor mira como el desconocido se va, su mano sostiene el dinero que el hombre tan gentilmente le dejó. Aún recordando lo sucedido esboza una sonrisa, toma aire y vuelve a sentarse en su piso a continuar con su labor mientras el profesor se dispone en su hogar, a colgar sobre la chimenea, su nueva adquisición.


jueves, 11 de octubre de 2018

CUENTO PRESENTIMIENTO

Gabriel García Márquez (adaptación del relato original)

Esta famosa historia es uno de mis cuentos favoritos porque es atemporal... podemos ubicarlo fácilmente en un pueblo del 1800 o en un asentamiento Marciano del 2046. Además, tiene la gran gracia que según como lo veamos, podemos acomodar cualquier tema que se nos ocurra, explicarlo de mil maneras distintas y al final el resultado, siempre será el mismo...

Cuento Presentimiento


A propósito de Google Plus...

Imagínese usted un pueblo pequeño donde vive una señora mayor que tiene dos hijos, un hijo de 17 y una hija de 14. Ella está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación en el rostro... Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:

–No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a suceder en este pueblo... escuché en las noticias que Google+ se cierra y no pude evitar pensar qué pasará con ustedes.

Ellos se ríen de la madre. Dicen que son presentimientos de vieja, cosas que pasan y tal... El hijo se va a jugar al billar y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:

–¡¡Te apuesto 1 luca que no la haces!!

Todos ríen... Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga la luca y todos le preguntan qué le pasó, si era muy sencilla. El joven contesta:

–¡¡¡Siii, es cierto!!! pero me he quedado preocupado de una cosa que me dijo mi madre esta mañana, sobre que algo muy grave va a suceder en el pueblo por el cierre de Google+.

Todos ríen de él y el que ganó regresa a casa feliz con su dinero donde está su mamá y le cuenta:

–Le gané esta luca al Pedro de la forma más sencilla del mundo porque es un tonto.

–¿¿¿Y por qué es un tonto???

–Bueno, porque no pudo hacer una carambola sencillísima, preocupado por su mamá, que amaneció con el presentimiento que algo grave va a suceder por el cierre de Google+. Entonces su madre le dice:

–No te burles de los presentimientos de los viejos que a veces pasan...

Una vecina que iba a comprar algo de carne, los oye al pasar y le dice al carnicero:

–Véndame medio de carne... y en el momento que se la está cortando, agrega:

–¿¿Sabe qué..?? Mejor deme 1 kilo porque andan diciendo por ahí que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.

El carnicero despacha la carne y cuando llega otra señora a comprar un par de chuletas, le dice:

–Lleve más porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo MUY grave va a pasar y se están preparando y comprando cosas... Entonces la señora responde:

–Yo tengo varios hijos.... Mire, véndame mejor 2 kilos de carne y una docena de chuletas.

Se lleva la compra y para no hacer el cuento más largo, diré que el carnicero en media hora agota la carne... mata otra vaca, la vende toda y se va a su casa temprano... porque algo grave va a pasar.


El rumor se esparce a tal velocidad que llega el momento que todo el pueblo está esperando que “algo” pase... Se paralizan las actividades, nadie trabaja o hace sus cosas normalmente. De pronto, alguien comenta:

–¿¿Se han dado cuenta del calor que está haciendo??

–¡¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!!

–¡¡¡Si, pero a ESTA hora NUNCA hace tanto calor..!!! –agrega otro.

–Pero a las dos de la tarde es cuando más calor hace aquí. –replica el anterior.

–Ya, pero nunca TANTO como ahora...

Todos se van a sus casas corriendo, no anda nadie en las calles... de pronto baja un pajarito a la plaza y se corre la voz:

–HAY UN PAJARITO EN LA PLAZAAAA!! –grita uno.

Y vienen todos espantados a ver al pobre pajarito que anda en busca de migas en el suelo.

–Pero señores, siempre ha habido pajaritos que vienen y van por aquí. –dice uno más sensato.

–¡¡Ya, pero NUNCA a esta hora!! –contesta una señora con cara de susto.


Llega un momento de tal tensión, que todos están desesperados por irse del pueblo pero nadie tiene el valor de tomar la decisión. Hasta que uno la larga...

–¿¿Saben qué?? No aguanto más... ¡¡YO, ME VOY!! No pienso quedarme aquí esperando que algo pase.

Y pesca la guagua, los cabros chicos que corretean felices por ahí, la señora con cara de susto y mete todo lo que puede en su auto. Muebles, maletas, ropa, el computador con Google+... Cuando atraviesa la calle principal donde está medio pueblo viéndolo expectante como se va, los demás se animan y dicen:

–Si éste se atreve, entonces nosotros también. ¡¡NOS VAMOS!!

Y empiezan a desmantelar casas, oficinas, negocios. Se llevan computadores, algo de alimento, las mascotas...

Uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:

–No vaya a caer la desgracia sobre lo que queda de mi pobre casa y le prende fuego... Otros hacen lo mismo y todos terminan incendiando casas, negocios y computadores.

Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra... algunos con lo puesto, otros con sus cosas metidas en carritos de compra o a pie con las maletas en la mano y con todo lo que se les ocurrió meter en ese momento... y en medio de ellos, va la señora que tuvo el presagio que le dice a sus hijos:

–¡Ven, si yo les dije que algo grave iba a pasar y nadie me creyó!


jueves, 10 de abril de 2014

COLABORA CON MANOS EMPRENDEDORAS

Esta linda historia que me topé por casualidad... refleja la "realidad" que vivimos hoy muchos pequeños productores y artesanos en Chile.

Una señora quería comprar un vestido tejido a mano y vio a una artesana que hacía un trabajo absolutamente increíble. La señora vio que era un precio demasiado alto, por lo que se acerca a la tejedora y en un tono bastante brusco le dice: "quiero comprar un vestido de los que teje usted, pero creo que cobra demasiado".

La artesana quedo un poco desconcertada, pero respondió: cuánto cree usted que debo cobrar??


La señora respondió: a veeerr por el hilo, más los listones, los botones y hasta unas tijeras yo creo que $$$ ...y le dio una cantidad.


El precio final que la señora calculó era mucho más BARATO que el precio original de la artesana, pero ella dijo: está bien!! Usted recibirá su vestido en una semana.

La clienta quedo muy satisfecha de sí misma y le contó a todas sus amistades sobre una fabulosa oferta que había negociado...


Una semana después recibe una caja bellamente envuelta y al abrirla se da cuenta que en su interior sólo venía el hilo, los botones, un listón y hasta unas tijeras.


Muy enojada va en busca de la artesana: "cómo pudo hacerme esto a mí..?? le pedí un vestido y me envía una caja sólo con los materiales...”


La tejedora tranquilamente respondió: mire señora, usted recibió exactamente por lo que pago, si cree que hay algo que falte... es necesario pagar por ello.


MORALEJA: Cuando alguien nos compra un artículo hecho a mano, no sólo compra los materiales también está comprando nuestro tiempo, esfuerzo, amor y dedicación con el que fabricamos nuestros artículos.


COLABORA CON MANOS EMPRENDEDORAS


Gatito