Sigo con mi idea de confeccionar bolsas para la compra que puedan lucirse como cartera. Además, si es algo hecho por nosotras, con cariño y nuestro toque personal, nunca pasará desapercibida.
En esta ocasión, es un proyecto que hace mucho tiempo le tenía ganas. Es un diseño que seguro todas conocen porque es muy común en Internet. La gracia es que se puede enrollar y afirmar con un botón.
Utilicé telas que ya tenía en casa como una lona con franjas azules que ya les mostré en la entrada anterior y para la parte superior, un trozo de mezclilla elasticada con fusionado.
Para que luzca esa parte lisa, que es justo dónde se pliega, le hice una especie de rama bordada con muchas sinuosidades.
Es una figura que encontré en YouTube, en unos canales que hacen cosas geniales con recortes de tela y bordado. Me inspiré en unas ramitas que me gustaron de este video, y las amplié para que cubrieran toda la parte superior del bolso.
Ver original en YouTube.
Este mismo canal, enseña en otro video un tip para bordar con hilo de coser. Me pareció tan buena idea que lo apliqué de inmediato.
La primera vez que probé, lo hice con unos conos que venían en la overlock. Rojo, amarillo, verde, azul... Llevan años guardados y el verde me sirvió para hacer ramas, hojas y quedó muy bonito.
Pensando que era lo mismo, utilicé hilos de poliéster, los que se usan para la máquina de coser y pues, no me gustó el resultado. Al principio no se notaba, pero después de unos días parecía desgastado. Mansa pega para que se viera feo antes de usar. 🫤
Sólo me di cuenta de esto al sacar las fotos del proceso de confección y para mi gusto entre más lo trajinaba peor se veía.
Cabe la posibilidad que la autora del canal, Yuu Pham, utilice hilo de algodón o similar y no el típico cono de tres por luca, jeje! 🤭
Ver original en YouTube.
Para remediarlo, enrollé las ramas con hilo de lurex y después con hilo de bordar amarillo. Al final, por ahorrar hilo terminé trabajando demás.
Como seguía sin estar conforme y más encima encontraba que se veía apagado, con el mismo amarillo hice unas hojas. Creo que esta idea levantó el diseño y el color combina bien con el café y la tela celeste.
En cuanto a la confección es sencilla y seguro la conocen. Consiste en dos piezas delanteras, un trasero, forro y asas.
El delantero lleva una división para poner un elástico y poder enrollar. Dejo el diagrama con las medidas y el consumo de tela por si alguien desea hacer uno similar o utilizar como referencia para crear su propia versión.
MATERIALES:
– Tela de jeans, gabardina, mezclilla o similar.
– Lona estampada.
– Tela para forro. (Algodón, percal, trevira, crea, sarga, etc.)
– Hilo de bordar distintos colores.
– Fusionado para el bordado.
– Elástico, botón, alfileres, tijeras, etc.
PROCEDIMIENTO:
1. Cortar las piezas según diagrama. Unir los delanteros, agregando en el medio un trozo de elástico de unos 15 cm. Doblar por la mitad y pegar en los extremos un trozo de tela o envolver con fusionado para que no se enrosque y sea más fácil coser.
2. Bordar el diseño en la pieza lisa del bolso. En este caso, en la parte superior o adornar a gusto.
3. Unir por separado piezas de bolso y forro. No olvidar dejar una abertura en el forro para dar vuelta después. Armar asas, ubicar a unos 14 cm de distancia. En este caso, son asas largas para llevar al hombro.
4. Enfrentar bolso y forro por la parte superior y coser todo el contorno.
5. Dar vuelta, planchar y pasar unos pespuntes para fijar.
Una cosa que hice diferente esta vez, fue no poner vista interna en el forro. Principalmente, porque buscaba que el bolso abultara lo menos posible al enrollar.
En el instituto me enseñaron que el forro siempre llevaba una vista para mejorar su terminación. Ese concepto lo trasladé a todos mis bolsos que los hice siempre con esa pieza interior.
Había visto en algunos canales de YouTube y blog de costura, que dejaban el forro como elemento decorativo y lucían bien bonitos, pero nunca me animé a probar... siendo más fácil. Menos piezas, menos costuras.
Ahora que veo mi propia combinación de flores y mezclilla, me pregunto: ¿Por qué no lo hice antes?
Pues, que a veces, uno se queda con lo que conoce y sabe hacer y no se abre a nuevas posibilidades.
En esta ocasión, es un proyecto que hace mucho tiempo le tenía ganas. Es un diseño que seguro todas conocen porque es muy común en Internet. La gracia es que se puede enrollar y afirmar con un botón.
Utilicé telas que ya tenía en casa como una lona con franjas azules que ya les mostré en la entrada anterior y para la parte superior, un trozo de mezclilla elasticada con fusionado.
Para que luzca esa parte lisa, que es justo dónde se pliega, le hice una especie de rama bordada con muchas sinuosidades.
Es una figura que encontré en YouTube, en unos canales que hacen cosas geniales con recortes de tela y bordado. Me inspiré en unas ramitas que me gustaron de este video, y las amplié para que cubrieran toda la parte superior del bolso.
Ver original en YouTube.
Este mismo canal, enseña en otro video un tip para bordar con hilo de coser. Me pareció tan buena idea que lo apliqué de inmediato.
La primera vez que probé, lo hice con unos conos que venían en la overlock. Rojo, amarillo, verde, azul... Llevan años guardados y el verde me sirvió para hacer ramas, hojas y quedó muy bonito.
Pensando que era lo mismo, utilicé hilos de poliéster, los que se usan para la máquina de coser y pues, no me gustó el resultado. Al principio no se notaba, pero después de unos días parecía desgastado. Mansa pega para que se viera feo antes de usar. 🫤
Sólo me di cuenta de esto al sacar las fotos del proceso de confección y para mi gusto entre más lo trajinaba peor se veía.
Cabe la posibilidad que la autora del canal, Yuu Pham, utilice hilo de algodón o similar y no el típico cono de tres por luca, jeje! 🤭
Ver original en YouTube.
Para remediarlo, enrollé las ramas con hilo de lurex y después con hilo de bordar amarillo. Al final, por ahorrar hilo terminé trabajando demás.
Como seguía sin estar conforme y más encima encontraba que se veía apagado, con el mismo amarillo hice unas hojas. Creo que esta idea levantó el diseño y el color combina bien con el café y la tela celeste.
En cuanto a la confección es sencilla y seguro la conocen. Consiste en dos piezas delanteras, un trasero, forro y asas.
El delantero lleva una división para poner un elástico y poder enrollar. Dejo el diagrama con las medidas y el consumo de tela por si alguien desea hacer uno similar o utilizar como referencia para crear su propia versión.
MATERIALES:
– Tela de jeans, gabardina, mezclilla o similar.
– Lona estampada.
– Tela para forro. (Algodón, percal, trevira, crea, sarga, etc.)
– Hilo de bordar distintos colores.
– Fusionado para el bordado.
– Elástico, botón, alfileres, tijeras, etc.
PROCEDIMIENTO:
1. Cortar las piezas según diagrama. Unir los delanteros, agregando en el medio un trozo de elástico de unos 15 cm. Doblar por la mitad y pegar en los extremos un trozo de tela o envolver con fusionado para que no se enrosque y sea más fácil coser.
2. Bordar el diseño en la pieza lisa del bolso. En este caso, en la parte superior o adornar a gusto.
3. Unir por separado piezas de bolso y forro. No olvidar dejar una abertura en el forro para dar vuelta después. Armar asas, ubicar a unos 14 cm de distancia. En este caso, son asas largas para llevar al hombro.
4. Enfrentar bolso y forro por la parte superior y coser todo el contorno.
5. Dar vuelta, planchar y pasar unos pespuntes para fijar.
Una cosa que hice diferente esta vez, fue no poner vista interna en el forro. Principalmente, porque buscaba que el bolso abultara lo menos posible al enrollar.
En el instituto me enseñaron que el forro siempre llevaba una vista para mejorar su terminación. Ese concepto lo trasladé a todos mis bolsos que los hice siempre con esa pieza interior.
Había visto en algunos canales de YouTube y blog de costura, que dejaban el forro como elemento decorativo y lucían bien bonitos, pero nunca me animé a probar... siendo más fácil. Menos piezas, menos costuras.
Ahora que veo mi propia combinación de flores y mezclilla, me pregunto: ¿Por qué no lo hice antes?
Pues, que a veces, uno se queda con lo que conoce y sabe hacer y no se abre a nuevas posibilidades.